Zerean® Luna

He tenido problemas para dormir desde que llegué a la perimenopausia a los 48 años. Probé melatonina, magnesio e incluso pastillas con receta; nada funcionó sin dejarme aturdida al día siguiente. Mi amiga me recomendó Luna y no esperaba mucho. Pero para la segunda semana, me dormía más rápido y, de hecho, dormía. Por primera vez en tres años, me despierto sintiéndome como una persona normal otra vez.

La menopausia me golpeó como un camión. Sofocos, sudores nocturnos y el peor insomnio de mi vida. Estaba agotada, pero nerviosa cada noche. Llevo tomando Luna casi un mes y la diferencia es increíble. Me duermo en 30 minutos, no me despierto empapada y, de hecho, tengo energía por la mañana. Ojalá lo hubiera descubierto antes.

Era muy escéptica; había gastado muchísimo dinero en suplementos que prometían todo y no cumplían nada. Pero Luna es diferente. No te deja inconsciente como una pastilla para dormir. Simplemente te calma. Mi mente se calma, mi cuerpo se relaja y el sueño llega de forma natural. Sin resaca ni dependencia. Solo sueño de verdad. Ya voy por el tercer frasco.

Mi esposo bromeaba diciendo que era un desastre por las noches, literalmente. Los sudores nocturnos eran vergonzosos y dar vueltas en la cama nos mantenía despiertos a ambos. No quería usar hormonas, así que empecé a investigar opciones naturales. Luna tenía las mejores críticas, así que lo intenté. Cuatro semanas después, los dos dormimos toda la noche. Está tan agradecido como yo.

Dormía unas cuatro horas entrecortadas cada noche. La ansiedad me atacaba en cuanto tocaba la almohada. Probé Luna porque no tiene melatonina; la melatonina siempre me provocaba pesadillas y me dejaba aturdida. Esto es completamente diferente. Me siento tranquila antes de acostarme, me duermo fácilmente y me despierto renovada. Han pasado dos meses y sigo sorprendida.

Mi hermana tenía una obsesión absoluta con Luna, así que finalmente cedí y lo pedí. No esperaba que funcionara; ningún otro lo había hecho. Pero tenía razón. Para la tercera semana, dormía toda la noche por primera vez en años. Se acabó mirar el reloj a las 3 de la mañana. Se acabó arrastrarme durante el día. Ya se lo he recomendado a tres amigas que están pasando por lo mismo.